Mientras los grandes corredores logísticos del mundo apuestan por digitalizar y automatizar sus operaciones, en México hay señales alentadoras desde el puerto Lázaro Cárdenas.
APM Terminals, operador global de terminales portuarias y filial de Maersk, acaba de recibir seis grúas eléctricas ARMG —automatizadas, silenciosas y sin emisiones directas— para su terminal en este puerto.
Pero más que un avance tecnológico, se trata de una jugada estratégica para reposicionar a México en el mapa del comercio exterior del Pacífico.
Puertos que piensan en verde
Con una inversión acumulada de 165 millones de dólares, solo para la Fase II de su expansión, APM Terminals deja claro que su apuesta va más allá de mover contenedores.
Busca transformar la forma en que los puertos mexicanos operan y se integran a las cadenas globales, donde velocidad, sustentabilidad y precisión ya no son opcionales, sino requisito indiscutible.
Del patio al hub logístico
De hecho, se trata de un proyecto cuya Fase II iniciará operaciones en 2026 y contempla ampliar la terminal en 65 hectáreas, lo que duplicará su capacidad a 2.2 millones de TEUs anuales.
Esto podría colocar a LC como uno de los recintos portuarios más avanzados de América Latina en términos de infraestructura automatizada y bajas emisiones.
Junto con las nuevas grúas ARMG, ya operan 14 Shuttle Carriers híbridos que agilizan el movimiento interno de carga, además de 4 grúas para contenedores vacíos, capaces de manipular dos unidades a la vez y apilar hasta siete.
La infraestructura incluirá nuevos bloques para contenedores llenos y un patio exclusivo para vacíos, optimizando la eficiencia logística.
Tecnología y talento, combinación necesaria
Más allá del equipamiento, uno de los ejes estratégicos del proyecto ha sido la capacitación especializada.
Todo el personal operativo fue integrado a programas de actualización para manejar estas nuevas tecnologías bajo estándares internacionales de seguridad y productividad.
APM Terminals, con presencia en 60 ubicaciones en 33 países y una fuerza laboral de 33,000 empleados, mueve 23.2 millones de contenedores anuales y opera 27,000 buques.
En tanto, la modernización de LC no es un hecho aislado: es parte de una tendencia que redefine la competitividad logística de México.