Servicios y corredores intermodales aceleran expansión entre México y EE.UU.

El transporte intermodal ferroviario atraviesa una fase de expansión acelerada entre México y los EE.UU., con nuevos servicios y corredores que están fortaleciendo su papel, a medida que se incorporan jugadores como COFC Logistics, uno de los proveedores más poderosos, que confirma la magnitud del mercado y el atractivo que genera para el mercado.

Esto ocurrió recientemente, en un anuncio realizado en Fort Worth, Texas, donde COFC Logistics y BNSF Railway dieron a conocer que ampliarán significativamente la red de servicios intermodales, extendiendo su alcance hacia el este de EE.UU. y México.

Con ello, las compañías intermodales con pocos activos —conocidas como Intermodal Marketing Companies (IMCs, por sus siglas en inglés)— tendrán acceso a una mayor disponibilidad de contenedores y a un ecosistema de alianzas que promete eficiencia y menor impacto ambiental.

Alianzas que mueven fronteras

El acuerdo incluye la colaboración con ferrocarriles de Clase I —aquellos con ingresos anuales superiores a 500 millones de dólares— como Union Pacific, CSX, CPKC y la propia BNSF, además de operadores como Ferromex, la mayor compañía de transporte de México.

El objetivo es claro: maximizar capacidad y abrir corredores transfronterizos de alto volumen.

Jonathan Mulch, vicepresidente de Ventas y Marketing de COFC Logistics, explicó a sus socios con pocos activos que “ahora pueden acceder a un ecosistema más amplio con la confianza de que la fiabilidad del servicio y la excelencia operativa de COFC impulsarán su crecimiento”.

Puerta a puerta competitivo

La fórmula intermodal —que integra el transporte carretero y ferroviario bajo un solo contrato— ofrece a los cargadores una propuesta tentadora: menores costos, tiempos competitivos y reducción de emisiones.

Según BNSF y J.B. Hunt, mover carga por tren puede recortar hasta 60 % las emisiones de carbono frente al transporte carretero.

En tanto, la apuesta por servicios puerta a puerta, más allá de ser una estrategia comercial, responde a las presiones regulatorias y corporativas de reducir huella de carbono en las cadenas de suministro globales y regionales que confluyen en América del Norte.

Para fabricantes y distribuidores con operaciones en México, esta eficiencia verde se convierte en un factor diferenciador.

Nuevos corredores estratégicos

La alianza COFC–BNSF habilitará siete nuevos pares de instalaciones de transbordo de carga intermodal, que conectarán el noreste y sudeste de los EE.UU. con Monterrey, México, en coordinación con los trenes de Grupo México Transportes, que incluye a Ferromex.

“Con la llegada de COFC a nuestra red, fortalecemos la capacidad para atender la creciente demanda de transporte intermodal, ofreciendo al mercado más opciones y la experiencia necesaria para manejar carga de manera eficiente y un servicio de primera clase”, dijo Luis Hernández, vicepresidente de Intermodal de GMXT.

Jon Gabriel, vicepresidente de Productos de Consumo de BNSF, destacó por su parte que la ampliación “genera oportunidades reales para la cadena de suministro en ambos países”.

Dentro de EE.UU., los planes son igualmente ambiciosos.

Nuevas rutas directas enlazarán el sur de California con Charlotte y Jacksonville, además de servicios entre Phoenix y Atlanta, y conexiones internacionales desde puertos del Atlántico como Nueva York, Nueva Jersey y Norfolk hacia Kansas City.

Gigantes con músculo logístico

El panorama intermodal no puede entenderse sin los grandes jugadores como JB Hunt y Hub Group, que lideran flotas de alrededor de 50,000 contenedores de 53 pies cada uno.

Les siguen Schneider National con 27,000 unidades y Knight-Swift con 12,000.

STG Logistics, que adquirió la división intermodal de XPO en 2022, sumó 15,000 contenedores a la competencia.

El mercado también incluye a operadores globales como C.H. Robinson y NFI Industries, además de divisiones logísticas de los propios ferrocarriles como BNSF Logistics.

En conjunto, este ecosistema diversificado crea competencia y flexibilidad para los importadores y exportadores, desde grandes fabricantes hasta medianas empresas exportadoras.

Un modelo en evolución

Las IMC surgieron en los años 70 tras la desregulación ferroviaria en los EE.UU., cuando los ferrocarriles de Clase I delegaron la comercialización de servicios a intermediarios especializados.

Desde entonces, el modelo ha evolucionado en dos vertientes: las compañías bimodales con flota propia —como JB Hunt— y las non-asset, que operan como brokers y subcontratan transporte.

Ambos modelos ofrecen a sus clientes un único documento puerta a puerta, lo que simplifica trámites y garantiza visibilidad de la carga en cada eslabón de la cadena logística.

En la era de la digitalización y el nearshoring, esta simplicidad se vuelve un activo estratégico.

Datos que respaldan la tendencia

El crecimiento no es anecdótico, porque según la Intermodal Association of North America (IANA), los volúmenes intermodales en el primer trimestre de 2025 aumentaron 6.3 % interanual.

Los contenedores internacionales crecieron 8.5 % y los domésticos 5.6 %, mientras que el transporte por tráiler cayó 18.2 %.

Por ello, existe una clara señal en el sentido de que las empresas están migrando hacia el ferrocarril.

Incluso gigantes del corretaje como C.H. Robinson reportaron en enero un incremento de 8 % en sus volúmenes intermodales, aunque proyectan un crecimiento anual más moderado, cercano al 3 %, por la incertidumbre comercial y la desaceleración del consumo.

Nearshoring y futuro inmediato

Al mismo tiempo, aunque su potencial fue frenado, la coyuntura que aún se mantiene en el nearshoring en México añade también un matiz estratégico.

A medida que más fabricantes relocalizan producción desde Asia hacia Norteamérica, la capacidad de mover mercancías de manera ágil y rentable entre ambos países sigue siendo una ventaja competitiva.

Anne Reinke, presidenta de IANA, lo resume así: “Estamos creando oportunidad a la cadena de suministro al abrir nuevos corredores intermodales en toda Norteamérica”.

Red en construcción constante

Con nuevos socios, rutas ampliadas y un crecimiento interanual de más de 6 % en 2025, el transporte intermodal refuerza su papel como columna vertebral del comercio continental.

La combinación de tren y camión no es nueva, pero la escala, las alianzas y la urgencia climática la colocan en el centro de las decisiones estratégicas de los próximos años.

México y los EE.UU., más que vecinos, son hoy socios en la construcción de una red logística que redefine cómo se mueve la economía de la región y, en este escenario, cada contenedor sobre rieles es más que carga: es el símbolo de un modelo que gana velocidad.

 

Por Daniel Zurita / Síguenos en FacebookX y LinkedIn

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