En el cuarto aniversario del T-MEC y en 30 años de tratados comerciales con los EE.UU., México se sigue consolidando como el principal socio comercial con el país vecino, superando a Canadá y China, mientras la red ferroviaria sigue fortaleciéndose como uno de los enlaces trilaterales más sólidos.
Como ejemplo, las exportaciones mexicanas alcanzaron 162.9 mil millones de dólares de enero a abril, un aumento del 6.2% respecto al año anterior, según la Oficina del Censo estadounidense.
Esto refleja la estrategia exitosa de México como proveedor sustituto de mercancías previamente importadas de Asia, con México representando el 16% del comercio total de productos con EE.UU., seguido por Canadá (14.8%) y China (10.4%).
T-MEC, el último contrapeso
Gabriela Siller, analista de Grupo Financiero BASE, destaca el papel estratégico del T-MEC en el crecimiento económico mexicano, impulsando exportaciones y estimulando consumo e inversión, y como garante de los negocios para los socios comerciales.
Coincide al respecto Gerardo Herrera Villanueva, consultor y académico de la Universidad Iberoamericana, quien subraya que el T-MEC representa entre el 35% y 40% del PIB nacional, superando sectores como el turismo y las exportaciones de Pemex, de ahí su importancia estratégica ante los cambios legales al sistema de justicia.
Ambos advierten sobre el posible impacto negativo que podrían tener las reformas al sistema judicial en el ambiente de negocios en México y, en este contexto, precisamente el T-MEC podría seguir siendo un último contrapeso ante futuros cambios en la administración federal.
Ferrocarril comercial
Al mismo tiempo, México ha capitalizado el tratado comercial en el caso del ferrocarril de carga, como un agente fundamental para el desarrollo del comercio regional.
Esa es la posición de Carlos Barreda, director de la plataforma de proveedores Ferroviaria.MX, quien explica que el ferrocarril tiene una vocación netamente comercial, moviendo aproximadamente el 20% de la carga total transportada, con crecimientos notables desde 2011, tanto en volumen de carga (19.8%) como en tráfico ferroviario (15.9%).
Armando Zalazar, director de contratos Globales de Eternity Group México, destaca que el sector ferroviario se ha integrado trilateralmente, siendo completamente maduro y eficientemente conectado al país mediante amplios servicios intermodales e infraestructura.
Todo ello está satisfaciendo la creciente demanda, con reducción de emisiones contaminantes hasta un 40%, mientras la escasez de operadores del autotransporte y los retrasos en cruces fronterizos impulsan más el transporte intermodal en el Norte y el Bajío, donde el ferrocarril es la alternativa principal para transportar contenedores, dice.
Certeza jurídica
A pesar del dinamismo actual, Zalazar subraya la falta de certeza jurídica para los concesionarios del sector ferroviario, debido a la postura del gobierno que ha descartado privatizaciones.
Es fundamental enviar un mensaje claro de apoyo a esta industria, tal y como ocurre en los gobiernos de los socios comerciales de México, sostiene.
Para Gerardo Herrera, la red ferroviaria de carga es fundamental para el nearshoring y representa la oportunidad misma para una segunda oleada del tratado, al facilitar la relocalización y aprovechar los beneficios económicos del T-MEC.
“Ahora tenemos la coyuntura legal y la geopolítica, pero necesitamos tener la infraestructura, y en el Plan Nacional de Infraestructura de Claudia Sheinbaum, que recientemente presentó ante industriales, se le da un tratamiento importante a la red ferroviaria”, apuntó.
Por Edna Herrera/ Síguenos en Facebook, X y LinkedIn
