Daniel Zurita

El constructor de embarcaciones de origen italiano, Fincantieri, ha firmado una carta de intención con el Gobierno de Yucatán, para desarrollar un astillero en el puerto Progreso, cuyo fin sería convertirse en uno de los más importantes de Latinoamérica, sin embargo el camino parecer no estar despejado totalmente.

Desde luego el gobernador de Yucatán Mauricio Vila, se ha apresurado a dar como un hecho la llegada de inversiones de la empresa por unos 220 mdd en la primera etapa, muy por arriba de 150 mdd anunciados en noviembre de 2020, y alcanzar en la tercera fase unos 550 mdd.

Sin embargo la cristalización del proyecto podría estar muy lejana, de acuerdo al investigador de geografía económica de la Universidad de Central Arkansas (UCA), Michael Yoder, quien tras haber estudiado a profundidad el proyecto, ha llegado a la conclusión de que habrá problemas relacionados con el dragado.

“He estudiado este puerto y sin duda habrá problemas relacionados con el dragado de la piedra caliza dura en la zona costera poco profunda, pero lo harán”, dijo el académico.

Y es que el puerto remoto está construido sobre una dura piedra caliza con poca profundidad a partir del área de playa, con un deslizamiento en cuanto a profundidad a razón de 9 centímetros por kilómetro.

De hecho el puerto remoto es un sistema de terminales que se ubica a nueve kilómetros de la costa, desde donde se desprende un boulevard sobre el mar.

Según el proyecto, Fincantieri diseñará y construiría un nuevo patio de reparación, conversión y mantenimiento de barcos que incluiría la fabricación de dos pilares de mampostería, para destacarlo como uno de los más grandes en América Latina.

Además incluiría un puerto seco de hasta 400 metros de extensión, para recibir grandes embarcaciones, en particular cruceros, así como portacontenedores y petroleros.

Vila señaló desde sus redes que el proyecto de Fincantieri estará dirigido a realizar mantenimiento en cruceros y plataformas en el Golfo de México.

En el mediano plazo, dijo Villa, es decir entre ocho a diez años, “también podremos  aspirar a la construcción de barcos en Yucatán”, dijo mientras omitía los problemas de infraestructura antes mencionado por el experto. 

Pero el político asegura que “la inversión multimillonaria que se realizará en el puerto de Progreso, Fincantieri tendrá el astillero más grande de América y generará un cambio sustancial en la economía” local.