El aumento de robos al transporte de carga en México no solo ha golpeado los bolsillos de las empresas, también ha distorsionado por completo la logística de las cadenas de suministro.
Ante la oleada delictiva, las aseguradoras han elevado las primas, mientras los transportistas asumen nuevos costos de protección que reducen sus márgenes de ganancia y complican la competitividad en un entorno ya de por sí complejo.
De esta forma, cada robo genera un efecto dominó, mientras los retrasos en la entrega de productos afectan inventarios, provocan desabasto en puntos de venta y erosionan la confianza de los consumidores.
La consecuencia no se limita a la pérdida de productos, sino al daño en la reputación de empresas que, incapaces de garantizar entregas puntuales, quedan vulnerables en un mercado donde la fiabilidad es un activo invaluable.
Impacto en la cadena
Además del costo económico, la inseguridad vial está reconfigurando las dinámicas del autotransporte.
A la par de los robos se suman actos de vandalismo y el incremento de gastos en seguridad privada, lo que obliga a las compañías a replantear rutas, contratar escoltas y recurrir a tecnología de punta para proteger sus activos.
El uso de sistemas de rastreo satelital y videovigilancia en tiempo real se ha vuelto una práctica indispensable.
Sin embargo, estas medidas, aunque efectivas, no son baratas y se reflejan inevitablemente en los precios del transporte, impactando a todos los eslabones de la cadena de suministro.
El costo humano
Más allá del costo financiero, los operadores de carga enfrentan diariamente también riesgos que atentan contra su seguridad y bienestar.
La exposición constante a situaciones violentas ha derivado en una preocupante fuga de talento en el sector, pues muchos prefieren abandonar el oficio antes que poner su vida en juego.
Urgencia de soluciones integrales
Frente a este panorama, es imprescindible que el sector del autotransporte refuerce la inversión en tecnologías de seguridad, capacitación continua y coordinación activa con autoridades.
Toda vez que la combinación de robos, vandalismo y los costos adicionales de seguridad están generando una presión significativa sobre las empresas de transporte.
No se trata solo de proteger mercancías, sino de salvaguardar vidas y sostener la operación de una industria que, en esencia, mueve al país.
Opinión / Héctor Romero, CEO de Círculo Logístico y miembro de educativo de Expo seguridad 2025