Trenes rápidos y presupuestos lentos, el reto de Querétaro y Pachuca

Recientemente, el gobierno anunció la construcción del Tren México-Pachuca y del Tren México-Querétaro, proyectos con el potencial de mejorar la infraestructura de transporte en el país. Sin embargo, su éxito dependerá de una planificación cuidadosa, un financiamiento adecuado y la implementación de políticas públicas que respalden el desarrollo ferroviario, según analistas.

 

De acuerdo con el anuncio, el gobierno espera que, en poco más de dos años, esté listo el tramo México-Pachuca, que establecería una conexión con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el norte del Valle de México.

 

Según Claudia Sheinbaum, la línea a Pachuca beneficiaría a 1.2 millones de mexicanos.

 

En tanto, el Tren México-Querétaro esperaría ver la luz en 2029, desarrollando una doble vía exclusiva de hasta 225 kilómetros.

 

Agenda de carga

 

Para Carlos Barreda, de Ferroviaria.MX, el proyecto ferroviario debe incluir la construcción de vías y terminales para carga, considerando la vocación del Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA) y su conexión con la red ferroviaria del país.

 

Además, afirmó que este desarrollo es esencial para mejorar la movilidad de la población alrededor del AIFA, facilitando transbordos con el Tren Suburbano y, de manera indirecta, con el Interurbano México-Toluca, denominado "El Insurgente."

 

Gerardo Herrera Villanueva, académico de negocios de la Universidad Iberoamericana, destacó que el corredor ferroviario impactará a 11 municipios, reduciendo el tiempo de traslado de Hidalgo a la Ciudad de México.

 

A la caza del presupuesto

 

Herrera Villanueva advirtió sobre la necesidad de vigilar el costo estimado del proyecto, fijado por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes en 44,366 millones de pesos, y expresó su preocupación de que no se repita la sobreestimación del Tren Maya.

 

También enfatizó la urgencia de entender cómo se financiará el proyecto y se equilibrarán ingresos y egresos al presentar el presupuesto del país el 15 de noviembre en la Cámara de Diputados.

 

Con la economía proyectando un menor crecimiento y mayor presión fiscal en 2025, surgen dudas sobre de dónde se obtendrán los recursos para los trenes, dijo.

 

Futuro en manos privadas

 

Al mismo tiempo, Jaime Paredes Camacho, experto en ferrocarriles de la UNAM, alertó a las autoridades sobre la necesidad de llevar a cabo un análisis riguroso de demandas, costos y proyectos de inversión para el nuevo corredor ferroviario, ya que el alto volumen de tráfico entre Pachuca y la Ciudad de México “se demuestra con la autopista siempre con mucha afluencia”.

 

Barreda anticipó, por su parte, que por ahora la participación privada se limitará a la provisión de materiales y servicios durante la construcción, pero una futura operación podría quedar en manos privadas si las empresas logran establecer rentas competitivas.

 

No obstante, “en un futuro, su operación podría quedar en manos de empresas privadas si esta es capaz de ofrecer una renta competitiva, como bien podría suponerse”.

 

Querétaro a velocidad luz

 

El gobierno también presentó el proyecto del Tren México-Querétaro, cuya extensión sería de hasta 225 kilómetros de doble vía exclusiva, con una inversión de 75,000 millones de pesos. Desarrollado por ingenieros militares junto con la SICT, esperan inaugurarlo en la primera mitad de 2029, beneficiando a 30,000 personas.

 

El trayecto sería de una hora y 40 minutos, con trenes que alcanzarían 160 km/h y capacidad para 450 pasajeros.

 

Paredes Camacho consideró al respecto que es “muy importante, en el rubro ferroviario, contar con una política pública de trenes de pasajeros, en especial para esa transitada carretera México-Querétaro.”

 

Por Edna Herrera/ Síguenos en FacebookX y LinkedIn

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