Querétaro es líder nacional en producción y exportación de vino espumoso bajo el método tradicional con 60 mil cajas al año a mercados como Estados Unidos, Asia y Europa

 

Sin duda la principal oferta de enoturismo en el país lo constituye el estado de Querétaro.

 

Si bien hablo de la segunda entidad productora de vinos que complementados con la industria del queso genera al año una derrama económica que rebasa los 4 mil millones de pesos al año, ha constituido una oferta vitivinícola única por su variedad.

 

Hablamos que en Querétaro existen más de 30 viñedos con unas 300 etiquetas que en el último año atendieron a 1 millón de visitantes en una franja constituida por los municipios de Tequisquiapan, Ezequiel Montes y Colón.

 

La industria del vino sin duda es resultado de un esfuerzo de emprendedores queretanos en poco más de tres décadas que ha permitido sembrar vid en una zona de 500 hectáreas y que, como le digo, se constituye en algo más que un agronegocio, también se ha convertido en un polo turístico para la entidad que gobierna Mauricio Kuri.

 

Y es que desde la secretaria de Turismo estatal que lleva Adriana Vega se ha trabajado con los dueños de los viñedos para crear experiencias distintas que lo mismo permiten sorprender a una familia en un fin de semana con diferentes catas o bien tener una infraestructura para el llamado turismo de reuniones que permite atender las necesidades de empresas nacionales y extranjeras de todos tamaños.

 

Visité en estos días las fincas Tierra de Alonso y Donato y pude descubrir el interés por buscar diferenciar su oferta de servicios alrededor del vino, la primera con énfasis en la combinación del queso y el vino con el acento de la gente del campo, y la segunda con gran lujo donde se puede comer y beber a un costado de un viñedo tiendo como guardián a la Peña de Bernal, como sabe, el tercer monolito más grande del mundo.

 

La ruta del dinero

Revisión a funcionarios de la CFE

A pocas semanas de que Claudia Sheinbaum asuma la presidencia, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), hoy aún a cargo de Manuel Bartlett, tiene bajo revisión un par de funcionarios que en los pasillos del organismo afirman que se han aprovechado de sus funciones. Hablamos del Director General Generación VI, Agustín Ildefonso Herrera Siller, que opera desde Veracruz, y Brenda Rosas Medellín, quien funge como jefa de Departamento Regional.

La declaración patrimonial del primero ha llamado la atención toda vez que anualmente se embolsa directamente de la CFE 2 millones 306 mil pesos netos, pero también capta más de un millón de pesos adicionales por concepto de ‘otros ingresos’. Las sospechas acrecentaron cuando Herrera Siller mostró intenciones de dejar en su lugar a la funcionaria, con quien tiene una estrecha relación, por lo que todas las compras que se han concretado desde enero de 2019, cuando llegó al puesto, ya se encuentran en revisión.

 

Por Rogelio Varela/ Síguenos en FacebookX y LinkedIn

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