Había algo en el aire del Hotel Presidente que anunciaba el final de un ciclo, tal vez eran los arreglos que decoraban el salón o el ir y venir de las copas que marcaban el ritmo de la velada, lo cierto es estaba en el ambiente la despedida del 2025, con un brindis cargado de simbolismos.
Luces cálidas, cristales en alto y un murmullo constante de conversaciones tejían la antesala de un año que, para la Asociación Mexicana de Agentes Navieros (AMANAC), quedará marcada por la resiliencia y la reconstrucción interna.
Ahí, entre empresarios, líderes logísticos y representantes del comercio exterior, el tiempo parecía querer acelerarse, ocupando cada rincón del lugar, en un flujo constante de saludos, abrazos formales y promesas de seguir colaborando.
Desde un costado del escenario, antes de tomar el micrófono, Fernando Con y Ledesma observaba la escena como quien revisa mentalmente los capítulos del año, tomando la palabra cuando la velada ya había encontrado su ritmo.
En su reflexión se adivinaba el peso de un ciclo intenso, cuando decía, “en escasos veinte días, este año pasará a la historia”, recordando tanto los retos que enfrentó el sector como los proyectos que lograron concretarse pese a la inercia global.
Camaradería marítima
Presencia notable fue la de los representantes de la Secretaría de Marina, cuyos uniformes impecables destacaban entre la multitud tan diversa, como es el abanico marítimo portuario.
Con su sola aparición daba a la celebración el banderazo de salida, como recordando que, más allá del festejo, el país sigue en movimiento gracias a su trabajo cotidiano.
Con y Ledesma evocó en su relato, el 38º aniversario de AMANAC y el Día del Agente Naviero, dos momentos que —según afirmó— “nos recuerdan quiénes somos y por qué nuestro trabajo sostiene buena parte del comercio marítimo del país”.
También mencionó el 29 Congreso Anual de Agentes Navieros celebrado en Veracruz, donde coincidieron autoridades estatales, cámaras empresariales y organismos de comercio exterior.
Fue ahí donde, dijo: “quedó claro que mantener puentes sólidos entre el sector público y el privado no es una opción, sino una necesidad”.
Rutas de conocimiento
Con y Ledesma aprovechó el ambiente para recordar uno de los momentos más emotivos del año, de hecho, el 38º aniversario de AMANAC y la celebración del Día del Agente Naviero.
“Son las fechas que nos hermanan, nos recuerdan que somos un eslabón indispensable del comercio marítimo”, afirmó.
Enseguida habló del 29 Congreso Anual de Agentes Navieros, realizado en Veracruz, donde se discutieron abiertamente los desafíos logísticos.
“Esa conversación nos deja claro que la coordinación público-privada es indispensable”, dijo, con la mirada puesta en los asistentes.
Apuesta por el talento
El presidente dedicó un bloque especial al tema de la formación, donde expresó que la cifra de nueve mil personas capacitadas durante el año, ha marcado un punto de inflexión.
La educación marítima dejó de ser una aspiración para convertirse en un proyecto sistémico, cristalizado en el Instituto AMANAC, que actualmente es revisado por las autoridades educativas, y cuyas puertas se abrirán en el primer semestre del 2026.
Un centro que, según explicó, “buscará formar talento debidamente preparado para los retos que vienen”.
Horizontes compartidos
En su recorrido por los logros del año, Con y Ledesma destacó también el trabajo del Comité Marítimo Nacional y de Comercio Exterior, integrado por CONCAMIN, COMCE, CAAAREM y AMANAC.
Agradeció, además, el acompañamiento del Coordinador General de Puertos y Marina Mercante, Manuel Fernando Gutiérrez Gallardo , y del Director General de Operación Aduanera, Fernando Alfonso Angli Rodríguez.
Brindis con acentos
Hubo espacio para presumir el alcance internacional AMANAC que representó a CIANAM en el Congreso 2025 de FONASBA, en Estambul, donde México recibió un reconocimiento especial por su trabajo regional.
Ese logro, más que diplomático, resumía el espíritu del festejo, es decir, una mezcla de orgullo y expectativa.
La velada siguió entre risas, imitadores comediantes y un ánimo festivo que rompía cualquier formalidad, en previsión de una cada vez más próxima Navidad y el Feliz Año Nuevo.
Como cada diciembre, el cóctel de AMANAC volvió a ser ese punto de encuentro donde el gremio marítimo-portuario se mira a los ojos, celebra su propio esfuerzo y se desea, una vez más, buen viento para lo que viene.
A modo de cierre, Con y Ledesma volvieron a levantar su copa: “Este año fue de cohesión; lo que viene lo construiremos juntos”.
Por Gabriel Rodríguez / Síguenos en Facebook , X y LinkedIn
