El proyecto del Tren Maya ha sido una de las iniciativas más ambiciosas y controvertidas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Concebido como un motor de desarrollo y turismo en la región sureste del país, prometía unir destinos turísticos y crear oportunidades económicas. Sin embargo, a medida que avanzan los acontecimientos, se hace cada vez más evidente que este tren enfrenta serios desafíos y deficiencias que ponen en duda su viabilidad y beneficios reales.

Una prueba reveladora

El pasado sábado, López Obrador realizó un recorrido de prueba en el Tren Maya, acompañado por un séquito de funcionarios de su gobierno. A pesar de la expectativa y la relevancia del evento, las recientes pruebas del tren, en las que apenas alcanzó los 40 kilómetros por hora, revelaron problemas técnicos preocupantes.

Los desafíos técnicos

La infraestructura pareció no estar a la altura de los estándares de eficiencia y competitividad de los sistemas ferroviarios de primer orden como se prometía, es decir al nivel de países como EE.UU., de Europa y menos de Japón. La falta de pruebas de calidad en los terraplenes, la ausencia de catenarias, la falta de señalización en cruces a nivel y la carencia de sistemas de control y despacho son señales claras de que este proyecto se ha desarrollado a toda prisa y sin el debido cuidado técnico.

Cuestionamientos financieros

Además de los problemas técnicos que han aflorado durante el desarrollo del proyecto del Tren Maya, existe un tema crucial que no debe pasar por alto: el aumento sustancial en el costo. Con un incremento del 150% sobre el presupuesto original, esta cifra resulta alarmante y plantea serias dudas sobre la gestión financiera del proyecto. Además de los problemas técnicos que han aflorado durante el desarrollo del proyecto del Tren Maya, existe un tema crucial que no podemos pasar por alto: el aumento sustancial en su costo. Este presupuesto se vio incrementado en gran medida porque el 70% del trazo original del tren tuvo que ser modificado. En este contexto, es legítimo preguntar: ¿en qué otras áreas podrían beneficiarse de estos recursos que actualmente se están destinando a un proyecto con problemas evidentes?

Sostenibilidad económica en duda

Por si fuera poco, expertos calculan que el Tren Maya requerirá un subsidio anual sustancial cercano a los 25 mil millones de pesos, lo que plantea cuestionamientos sobre su sostenibilidad económica a largo plazo. Tal vez en el mediano plazo la alternativa más sensata sea rematar el proyecto a la Iniciativa Privada. La inversión pública debe ser cuidadosamente evaluada y enfocada en iniciativas que ofrezcan un retorno real y sostenible para el desarrollo de México.

Normativas comparativas

Es importante destacar que, mientras el Tren Maya enfrenta estas críticas y desafíos, los ferrocarriles concesionados de México, permiten la circulación de trenes de carga desde los EE.UU. y Canadá en sus vías, al demostrar el cumplimiento de las normas establecidas por de la Junta de Transporte de Superficie (STB) de los Estados Unidos. Esto plantea una pregunta fundamental: ¿por qué no se han aplicado las mismas normativas y estándares al proyecto del Tren Maya desde el principio?

En búsqueda de un rumbo claro

El Tren Maya enfrenta un panorama incierto y desafiante. Si bien la idea de impulsar el desarrollo el sureste de es noble, es esencial abordar de manera urgente los problemas técnicos, financieros y de calidad que han surgido. Si no se corrigen estos problemas y se aplican estándares adecuados, es posible que el Tren Maya termine siendo un proyecto costoso y poco efectivo que no cumple con las expectativas ni con los estándares necesarios para el trasporte de pasajeros. México merece inversiones que generen un impacto positivo real, y es responsabilidad de las autoridades garantizar que esto ocurra.

Secreto y poder: dique a la competencia portuaria

En el puerto de Veracruz, la reunión del Comité de Desarrollo Portuario se canceló ante la preocupación por una posible modificación al Plan Maestro de Desarrollo, que podría bloquear la competencia. El Comité, encabezado por la Administración del Sistema Portuario Nacional de Veracruz del almirante Romel Ledezma, optó por mantener en secreto el Orden del Día, así como la iniciativa final. Mientras tanto, los actores económicos a favor de la competencia, esperarán una intervención proactiva de la Secretaría de Marina que lidera el almirante Rafael Ojeda Durán. La propuesta de modificación proviene de ICAVE en busca ampliar términos y plazos para evitar la concurrencia de una segunda Terminal de Especializada de Contenedores en 2025, generando preocupación sobre el libre mercado en el puerto y la posible influencia de acuerdos previos en este proceso, que fueron realizados por el excoordinador de Puertos, Guillermo Ruiz de Teresa, identificado entre los funcionarios más corruptos del sexenio de Enrique Peña Nieto.

Gabriel Rodríguez/Opinión