La decisión del gobierno de entregar a la Secretaría de Marina (Semar), el control de varios aeropuertos estratégicos en México, incluido el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), ha generado reacciones encontradas dentro de la industria aérea mientras confían en que los militares podrán orden.
Recientemente, la Semar fue asignada mediante un decreto pendiente aún de publicar, como administrador de los aeropuertos de Matamoros, Ciudad del Carmen, Loreto, Guaymas, Obregón y Colima, así como el de la Ciudad de México, una medida alineada al carácter militarista del actual gobierno.
Diana Olivares, presidenta de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero), argumentó al respecto que la industria aún está evaluando el impacto de esa transición, si bien aún no han concretado una postura definitiva.
Destacó a la vez, que existen aspectos positivos, como posibles mejoras en certificaciones y seguridad, aunque puntualizó que se están analizando otras implicaciones antes de emitir un veredicto.
Por su parte, Juan Carlos Zuazua, director general de VivaAerobus, ve positiva la intervención de la Marina en la administración del AICM, argumentando que la medida ha traído consigo un sentido de orden y ha priorizado la eficiencia operativa y la seguridad aérea. Afirmó que, independientemente de quién esté a cargo, es fundamental aplicar reglas estrictas para garantizar el buen funcionamiento del aeropuerto.
Desde la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Rogelio Jiménez Pons, subsecretario de Transportes, también respaldó la decisión de ceder la administración de los aeropuertos a la Semar.
Según Pons, la intervención de las fuerzas armadas en estos puntos estratégicos es pertinente y necesaria, especialmente en áreas donde la seguridad ha sido un desafío constante. Considera que esto representa un cambio significativo en términos de seguridad y operatividad.
En general la industria aérea observa esta transferencia de control a la Marina como un hecho sin precedentes en la historia de la aviación comercial en México, con la responsabilidad de gestionar aeropuertos clave para la conectividad del país y la industria turística. Esperan que esta medida genere un impacto significativo en el funcionamiento y la seguridad de estos centros aeroportuarios.
Edna Herrera
