El sector tequilero en México es terreno fértil para la exportación, ante el amplio potencial de negocio en el que podrían participar las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) y alcanzar un ritmo sostenido en su comercialización al exterior de 20% en los próximos cinco años.
De acuerdo con Drip Capital México, estas cifras se podrían alcanzar con el impulso de tres aspectos: esquemas adecuados de financiamiento, la profesionalización de los productores y la apertura de nuevos mercados.
En el marco del Día Internacional del Tequila, celebrado este 24 de julio, según datos del Consejo Regulador del Tequila, entre junio del 2021 y junio del 2022, se registró un incremento en la producción nacional de esta bebida de 10.2 millones de litros, es decir, pasó de 50 millones a 60.2 millones de litros.
EE.UU., mercado por excelencia
Tan sólo en el primer semestre de este año, las exportaciones repuntaron 29.5% a 315.1 millones de litros de tequila, siendo Estados Unidos el principal destino. Por ejemplo, en el 2021 se comercializaron al país vecino 2,882 millones de litros de tequila y para este año, la consultora londinense International Wine & Spirits Record (IWSR), estima que sean los estadounidenses quienes gasten más en tequila y mezcal que en whiskey; mientras que, para el 2023, se espera que los mismos conviertan a estas bebidas en las más consumidas, incluso por encima del vodka, al superar los 13 mil 300 millones de dólares de mercado.
“Si bien Estados Unidos es el mercado por excelencia para la exportación de productos mexicanos, pues alrededor de 80% de nuestro comercio internacional está basado en esta economía, no se deben descartar otras naciones que están receptivas a los productos nacionales, ya sea en Europa, África o Asia, donde hemos detectado interesantes oportunidades de negocio”, asegura Edmundo Montaño, director general de Drip Capital México.
Tal es el caso de Alemania, España, Canadá y Colombia y, en Asia, Japón y China, donde se destinaron 6.4, 4.7, 3.1, 2.9, 1.6 y 1.3 millones de litros de tequila, respectivamente.
Con ello, las PyMEs mexicanas se enfrentan a uno de los grandes retos y oportunidades que es el empuje para la diversificación, sobre todo, cuando se cuenta con productos de alta calidad qué ofrecer a los mercados internacionales, destacó Montaño.
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