El prolongado cierre de los cruces ferroviarios entre los EE.UU. y México en El Paso-Ciudad Juárez y Eagle Pass-Piedras Negras está empezando a afectar el flujo de las cadenas de suministro de granos básicos. A medida que pasan los días, las importaciones estadounidenses se han ralentizado hacia México, poniendo en riesgo el 48% de las necesidades del consumo nacional solventadas con granos estadounidenses, según estimaciones de Juan Carlos Anaya, director General de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Tras seis días, las industrias en ambos lados de la frontera no vislumbran una pronta solución a la medida ordenada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de los EE.UU. Esta implica la suspensión de operaciones en dos de los principales cruces ferroviarios entre ambos países, generando inquietud e importantes demoras, ya que gran parte del tráfico ferroviario bilateral se ha ralentizado, afectando de manera inmediata el suministro de granos básicos procedentes del medio oeste.
“Las importaciones por estas fronteras son muy importantes, ya que México es el principal receptor del maíz con un 25.6%, trigo con un 35.2%, frijol-soya en 42%, pasta de soya con un 63%, principalmente”, detalló el especialista en una entrevista con Info-Transportes.
Alerta de desabasto en Jalisco
Además, advirtió que, si la interrupción en el libre tránsito del ferrocarril persiste, las regiones más afectadas serán el Norte, Centro-Norte, Bajío y Jalisco, siendo esta última entidad receptora de granos de manera primordial. Esta medida también "pone en riesgo a muchas empresas pecuarias, industriales de maíz y soya, poniéndolas en una situación preocupante que se agrava a medida que no se liberan los cruces ferroviarios", señaló Anaya, recordando que la drástica suspensión del flujo ferroviario comercial se originó como efecto de la necesidad de redirigir al personal para ayudar a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos (USBP) a detener a los migrantes.
Ferrocarriles y política
Además, puntualizó que el cierre de las fronteras ferroviarias "ocurrió en un contexto de lucha política entre republicanos y demócratas de cara a las próximas elecciones estadounidenses, siendo la migración una bandera del gobernador de Texas, Greg Abbott, y del expresidente Donald Trump", afirmó Anaya.
Estas rutas son estratégicas para los trenes de Ferromex, que también operan en otros cruces en Mexicali, Nogales y Ojinaga. Mientras el impacto diario de los cierres es sustancial, porque afecta a más de 60 trenes y cerca de 10,000 carros ferroviarios en ambos lados de la frontera, calculó Juan Carlos Anaya. Advierte que las autoridades estadounidenses no han expresado su posición sobre el cierre de ferrocarriles, y el gobierno mexicano no ha alzado la voz sobre la necesidad de solucionar la situación, ante las repercusiones en el abasto y el creciente fenómeno migratorio en las fronteras.
Alerta en importación de granos
En el ámbito agropecuario, David Castro Monroy, presidente de la Unión Nacional de Avicultores (UNA), resaltó la importancia de evitar retrasos en las importaciones ferroviarias de granos, ya que México es uno de los principales productores mundiales de huevo y pollo. El costo alimenticio constituye más del 60% de la producción avícola. Mantener el flujo comercial desde los EE.UU. es esencial para la competitividad del sector. En este sentido, el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) advirtió que cerca del 64% del comercio de granos y oleaginosas entre ambos países también se realiza por ferrocarril, planteando riesgos significativos para el comercio agroalimentario mexicano.
UP y depósitos vacíos
Mientras tanto, el ferrocarril Union Pacific (UP) siguió exhortando a la reapertura de los cruces fronterizos, evidenciando la situación con una imagen del depósito vacío en Eagle Pass, Texas, compartida en su red social de X Corp. La empresa aseguró que ha realizado inversiones significativas para proteger la red ferroviaria, por tanto, son pocos inmigrantes los que han intentado cruzar en tren. Además, UP enfatizó su colaboración estrecha con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. para inspecciones rigurosas y apuntó que el cierre de estos cruces en Texas genera cada día complicaciones para las empresas, desde multas por demoras hasta el riesgo de desabastecimiento de mercancías esenciales.
X: Edna Herrera