La inflación general aumentó 0.62% en el mes de septiembre, mientras que el índice subyacente aumentó 0.67%. Ambas alzas son atípicamente altas para un mes de septiembre, lo que indica que las presiones inflacionarias continúan fuertes. 

Lo que está empujando la inflación son principalmente las mercancías, sobre todo las alimenticias. Esto es algo que viene pasando desde hace más de un año. 

Dicho esto, hay indicios de que las presiones podrían haber empezado a moderarse. De hecho, el dato trajo una sorpresa positiva; la inflación mensual, tanto del índice general, como el subyacente, estuvieron por debajo del mes anterior y de las expectativas del consenso del mercado. 

En términos anuales, la inflación general permaneció estable en 8.7%, mientras que la subyacente siguió en aumento —alcanzó 8.28%—, desde el 8.05% registrado en agosto. Aunque el hecho de que la inflación subyacente siga en aumento es preocupante, su trayectoria está en línea con las expectativas del Banco de México (Banxico). 

Un dato interesante es que la inflación general de septiembre fue menor de lo que Banxico estimaba hace un par de semanas. 

Creemos que estos datos reducen la probabilidad de que Banxico suba la tasa de interés a un ritmo más acelerado que la Fed. Eso sí, seguimos creyendo que no hay espacio para que Banxico suba menos que Fed. Por tanto, si se cumplen las expectativas de mercado de un aumento de 75pb en la reunión del 2 de noviembre de la Fed, muy seguramente veamos un aumento de la misma magnitud en la reunión de Banxico del 10 de noviembre.

Priscila Robledo | Economista Jefe en Fintual