Los programas sociales no suprimen la pobreza; en el mejor de los casos mitigan sus manifestaciones más atroces como hambre, enfermedad e indigencia. Pero su ejercicio fallido es evidente con el aumento de 3.8 millones de personas en condición de pobreza en sólo un año y en la reducción en 6 millones de personas integrantes de clase media conforme las cifras del INEGI que dirige Julio Santaella… y más grave el gran costo de operación que en 2022 excederá 14 mil millones de pesos, más que suficiente para aceitar un ejército de “promotores” en el proceso de Revocación de Mandato y la elección de 6 nuevos gobernadores.

La mayoría oficialista que aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022 sin cambiar una coma, aplaude a rabiar que aprobaron 469.5 mil millones “para los programas sociales del presidente”. Pero en cuanto austeridad y eliminar intermediarios, faltan a la verdad, incluido la mayoría de Morena que representa Ignacio Mier: conforme a las llamadas Reglas de Operación se le cargará a los 15 programas sociales 3% promedio en cada una de las dependencias federales que lo ejercerán: es decir se le cargarán 14,085 millones de pesos a los presupuestos aprobados que ya incluyen los gastos para su funcionamiento como salarios, servicios personales, rentas, electricidad, agua, equipo de transporte, papelería o uniformes.

Si, ciertamente ese cargo de 3% promedio es legal… pero es inmoral, diría Andrés Manuel López Obrador. Y, si, ese 3% es un gasto por intermediación, ese mismo gasto que el presidente dijo no existiría en el programa Fraternidad y Bienestar expuesto la semana pasada en el Consejo de Seguridad de la ONU.

La cuchara grande

La falta de austeridad para ejecutar los programas sociales es más evidente en los 4 programas estratégicos que lleva la Secretaría del Bienestar a cargo de Javier May y que el año próximo sumarán 288.3 mil millones de pesos. A saber, Pensiones a Adultos Mayores (238 mil millones de pesos), Sembrando Vida (29.5 mil millones de pesos), Pensiones para personas con discapacidad (18 mil millones de pesos) y pensiones para niñas y niños de madres trabajadoras (2.8 mil millones de pesos).

A todos ellos se les cargarán religiosamente los gastos de operación (aunque ya estén considerados en el presupuesto) en lugar de distribuir esos recursos a los pobres que se quiere beneficiar.

El caso realmente apabullante por la falta de austeridad y cobro de intermediación es el programa de Pensiones para Adultos Mayores que pasó entre 2021 y 2022 de 135 mil millones a 238 mil millones de pesos… pero aplicando el mismo cargo de 3.61% de gasto operativo. Es decir, ¡la cuota de intermediación pasará de 4.9 mil millones de pesos a 8.6 mil millones de pesos, un aumento nada austero de 76%!

Habrá que ver la cuota de gastos de operación que la STyPS de María Luisa Alcalde aplica en Jóvenes Construyendo el Futuro, en Fertilizantes en SADER de Víctor Villalobos la SEDATU de Román Meyer en los programas de mejoramiento urbano y vivienda social.

Todas esas cuotas suman más de 14 mil millones de pesos (igual que los presupuestos de SEGOB y SER juntos) que cada dependencia ejecutora podrá disponer a su albedrío en año electoral… a menos que la SHCP de Rogelio Ramírez de la O corrija tal exceso en los próximos días.

Chetumal resuelve problema de basura

La capital de Quintana Roo amenazaba convertirse un muladar luego de quedar prácticamente varado el servicio de limpia con el cambio de administración el pasado 30 de septiembre en el municipio de Othón P. Blanco, donde está Chetumal. La buena es que la presidenta municipal por Morena, Yesunni Martínez, operó de inmediato para resolver el problema y esta semana recibió diez camiones recolectores de basura nuevos en arrendamiento, listos para el servicio de limpia a partir de mañana.

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@mfloresarellano