CIUDAD DE MÉXICO.- Lejos de expectativas preocupantes por los inminentes cambios en el comercio exterior ante la toma de posesión de Donald Trump como Presidente de los EE.UU., a partir de mañana; el ferrocarril más grande de ese país, Union Pacific (UP), ha confirmado su confianza para desplegar la efectividad que le caracteriza.
| Ingrid Pérez |
Lance Fritz, Presidente y CEO de la firma, se dijo optimista en torno a los cambios que se avecinan, en vista de su solidez y el desarrollo en sus sistemas de vías y equipamiento de primer nivel logrado al día de hoy.
Esto lo ha comentado durante un panel de ‘Reuters Breakingviews’ sobre proyecciones para el 2017.
El directivo dijo sentirse positivo en cuanto a los recortes de impuestos y desregulación; y puntualizó que alrededor del 12% del tráfico de Union Pacific, hacia y desde México, incluye el envío de soja (grano de soya) de Missouri a plantas de procesamiento en México.
“Antes de mandar el producto terminado a los EE.UU., es muy conveniente financieramente enviar la soja a través de la frontera del Tratado de Libre Comercio de América del Norte”, apuntó.
Aunque UP se encuentra en una línea positiva ante los cambios en las condiciones comerciales, existe la posibilidad de variables extremas en relación al TLCAN y otros acuerdos de libre comercio.
Por ello, los analistas vislumbran impactos en los que es necesario aprender de las guerras comerciales que han paralizado a naciones, para encontrar un equilibrio, en especial porque EE.UU., es un socio comercial clave para México y éste a su vez, es pieza clave dentro de la economía con sectores como el ferroviario, que es una columna vertebral para el tráfico de mercancías.
“Lo que nos importa es que tenemos una economía de bienes vibrante, que tenemos consumidores y que los fabricantes y la industria están sanos”, puntualizó Fritz.
Y es que los cambios que regirán las nuevas regulaciones podrían ser favorables, en la medida de que una reforma fiscal corporativa haga que los EE.UU. sean más competitivos.
UP no opera físicamente en México, coopera con los dos ferrocarriles más grandes del país mediante intercambios en la frontera. De hecho, cuenta con una participación minoritaria en una de las compañías ferroviarias mexicanas; por tanto, es necesaria una política que lejos del proteccionismo sea impulsada por el crecimiento que requiere la eficiente conexión en las fronteras.