CIUDAD DE MÉXICO.- El titular del regulador ferroviario del país, Alejandro Álvarez, mostró una postura precavida sobre encontrar las fuentes o sectores que provean la carga al Tren Maya en el sureste del país, aunque estimó posible que el movimiento de automóviles y de contenedores representarían una área de oportunidad en el futuro.
| Staff |
“El sureste tiene esta condición de bajo desarrollo industrial, habrá que tener expectativas de arranque moderadas, pero al contar con este servicio, por ejemplo un tráfico que podría sumarse muy rápido, que hoy no sucede es el intermodal y, los automóviles”, dijo el funcionario en una conferencia web.
Álvarez respondió así a una pregunta sobre las expectativas de ese ferrocarril que aún se encuentra en fase de pre construcción, mientras precisaba como base de su estimación, el hecho de que los contenedores que representan el segmento intermodal, con los automóviles, “son los tráficos más dinámicos del sistema ferroviario”.
Previamente había argumentado sobre las posibilidades de éxito del Tren Maya que “existe un fenómeno de desbalance en el sur, respecto del norte y el centro del país, entonces el proyecto está dirigido a transformarse en una palanca de desarrollo industrial”.
“El ferrocarril ha significado en el país como a nivel internacional una gran palanca para la industrialización, en el sureste desafortunadamente sucede un desbalance en el desarrollo industrial respecto al centro y al norte del país”, señaló.
El titular de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF), participó en la presentación del Sistema Nacional de Indicadores Ferroviarios (SNIF), en un webinar auspiciado por la Asociación Nacional del Transporte Privado (ANTP), en donde se registraron planteamientos en diversos temas.
Para fundamentar la propuesta en cuanto a la factibilidad del Tren Maya, Álvarez argumentó que “ya existe en la península una atractiva oferta cultural y arqueológica y, lograr a través de este proyecto favorecer el desarrollo industrial, puede ser un poco replicar lo que significó el desarrollo de las vías férreas en todo el mundo en la mitad del siglo 19 y principios del 20”.
Recientemente el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), oficina encargada del proyecto del tren Maya, licitó cinco tramos de las siete líneas que integran el circuito ferroviario, enclavado en una región de pirámides mayas, pero cuyo aforo no rebasa los tres mil visitantes por día en el caso de las ruinas arqueológicas más extensas.
Gran parte del sector logístico ha evitado opinar sobre la factibilidad económica y en relación a encontrar los suficientes volúmenes de carga para el tren, que además combinará el servicio de pasaje en el sureste, una región principalmente marcada por comunidades y ciudades semirurales con el más bajo nivel de consumo per cápita del país.