El decretazo en puertos
Con el decretazo de Andrés Manuel López Obrador que “blinda” o protege las obras del gobierno en contra de cualquier tipo de fiscalización, también los puertos quedaron clasificados en categoría del interés público y seguridad nacional.
Un decretazo con el que también hubiesen soñado varios ex Coordinadores y ex directores de los diferentes Puertos. Por ello ahora preocupa que se vayan comenzar a entregar concesiones y, comiencen a surgir generaciones espontaneas de empresarios de terminales, prestadores de servicios y de obras portuarias.
El acuerdo que entró en vigor en el momento de su publicación el lunes 22 de noviembre de 2021 por la tarde, en apenas tres artículos deja claro que entre los sectores que abarca está el hidráulico, hídrico y de medio ambiente.
Se trata de tres áreas estrechamente vinculadas a los puertos. Por cierto, el de medio ambiente se ha convertido uno de los diques que más ha bloqueado el desarrollo portuario, muy pocas veces con razón y, más de las veces sin ella.
Lo que es claro en el artículo 1º, es que entre las obras de interés público y seguridad nacional”, se encuentran “los proyectos y obras asociadas” de manera específica, los “puertos”.
La gran desventaja es la fuerte discrecionalidad que, según diversos analistas, ofrece el instrumento que, por cierto, le dan poco tiempo de vida antes de que la Suprema Corte reaccione y lo desactive.
Intermodal de 53
Nos comentan que la Asociación Intermodal de América del Sur (AIMAS), que encabeza Jorge Mendoca, inició pláticas con la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), que preside Enrique González Muñoz, y con la Asociación Mexicana del Transporte Intermodal (AMTI) de Humberto Vargas, para analizar un plan que incentive el uso de las cajas de 53 pies a nivel continental.
Y es que, aseguran, en Latinoamérica, la caja de 53 pies no está extendida ni en los países que cuentan con ferrocarril como Argentina, Brasil, Perú y Uruguay, pero un ven una área de oportunidad para que este tipo de contenedores tengan un papel protagónico en las cargas de transbordo desde y hacia puertos mexicanos en conexión el ferrocarril y el camión.
Aunque aún falta ver de forma más clara los beneficios que puede traer, la iniciativa ha sido puesta sobre la mesa para que en el largo plazo pueda tomarse como punto de partida para sustituir a los contenedores de 40 pies, que han demostrado ser insuficientes en la crisis del transporte marítimo.
Dragado independiente
Aseguran a esta frecuencia que aún con las 10 dragas que adquirió y construye, la Semar de Rafael Ojeda, aún está por verse que cubran la capacidad y cumplan con las especificaciones. Más aun frente a las necesidades y estándares exigidos por las navieras a las terminales, que son responsables de sus canales de navegación.
Así que Royal Boskalis Westminster, así como su empresa mexicana Dragamex, como que no están muy preocupadas, incluso porque esperan que ahí en donde los marinos de la armada no puedan, estarán muy atentos para entrarle al quite.