Es un hecho que Rogelio Jiménez Pons que encabeza Fonatur, dejará a más tardar en marzo, en manos del Ejercito de Salvador Cienfuegos, el megaproyecto del Tren Maya, luego de la tensa reunión de la semana pasada, donde ya no pudo sostener ni fechas y ni avances ni nada.
En la junta donde estuvo Andrés Manuel López Obrador, el general Gustavo Vallejo, de plano instó a Jimenez Pons a reconocer que su tiempo se acabó, de cara a los pobres resultados sobre el desarrollo del Tren Maya, donde a la fecha no existe un solo kilómetro de vías en más de 2 mil kilómetros proyectados.
Y aun cuando ha sido complicado para el Ejercito, definir el tramo 5, Playa del Carmen-Tulum, al menos ya saben que construirán un viaducto férreo elevado y ya convencieron al de Macuspana. Todas las apuestas están en Vallejo quien cuenta con todas las credenciales académicas para sacar adelante tanto la terminal aérea de Santa Lucía como el Tren Maya.
Lo que también tienen claro Vallejo y Cienfuegos, es que la red ferroviaria no se concluirá en 2024, aunque al del Palacio Nacional le digan que sí. Que si se concretará. Pero concluido el sexenio habrá que ver en que termina el afamado proyecto que, por lo menos, ya se sabe también, no habrá forma de llevarlo por la selva.
Lo que si es un hecho, es que Jiménez Pons terminará tan devaluado, que muy probablemente ni en Fonatur tenga futuro. Ya que como se recordará, el Fondo de Promoción Turística, prácticamente está desmantelado por la trituradora de la 4T… que todo destruye.