Edna Herrera
A pesar de que la escasez de semiconductores en la industria desaceleró la producción y venta de vehículos, Volkswagen confía en que esta situación mejore para la segunda mitad del año, periodo para el que ya alista un incremento en su operación.
"La situación del suministro está mejorando, pero incluso en 2022 no podremos fabricar todos los autos que podríamos vender. Vemos oportunidades para mayores aumentos de producción, especialmente en la segunda mitad del año", dijo el presidente ejecutivo Herbert Diess.
El suministro de chips se trata del único desafío importante en este momento para la automotriz, pues en comercialización los mejores modelos de sus marcas premium ya se encuentran agotados para todo 2022, al igual que sus negocios de camiones, cuyos libros de pedidos se encuentran llenos.
Volkswagen dijo a principios de febrero que los turnos nocturnos de su planta ubicada en la ciudad alemana de Wolfsburg, se reducirían en algunas líneas de producción debido a la falta de chips, por lo que se plantearía la necesidad de ajustes de capacidad en el mediano plazo.
Los fabricantes de automóviles en el mundo se han visto afectados por la escasez de semiconductores causada por las interrupciones en la cadena de suministro derivado del Covid-19, así como por la creciente demanda de semiconductores en las empresas de electrónica de consumo.