Las autopistas bloqueadas por autotransportistas volvieron, ante un panorama económico adverso, de inseguridad, y de operadores en riesgo por todo el país.
Los transportistas siguieron enfrentando a diario el robo de sus propios camiones en casi todos los estados, mientras los altos precios del combustible, casetas, uso de grúas y corralones, así como del reemplazamiento, además de la retención y el secuestro de choferes es una panorama que flagela por estos días al sector.
Esto es lo que está impactando directamente a las empresas, apuntó Rafael Ortiz Pacheco, presidente de la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas (Amotac).
“Hoy tenemos las autopistas más caras, ya que recientemente se incrementó entre 7 y 15% el cobro de peaje. Pedimos que Caminos y Puentes Federales asuma su responsabilidad para brindarnos un servicio eficiente de grúas y seguridad con la Guardia Nacional para que el transportista no esté a merced de los asaltantes”, expresó.
El llamado del dirigente de los autotransportistas no solamente es contra de la inseguridad y de los factores que están elevando los costos del transporte. Otros elementos de descontento social también están influyendo a este panorama negativo.
Ese el caso de los operadores retenidos por varias semanas en Chiapas por grupos sociales. La Asociación del Transporte Privado (ANTP) que preside Alex Theissen, dijo que el 22 de marzo fueron liberados choferes de las empresas socias tras arduas negociaciones.
Los hechos también contrastan con el registro de la alianza que reportan 50 asaltos por mes y cinco asesinatos en las rutas más peligrosas del país, por lo que es un riesgo diario ser transportista.
Mientras esto ocurre las variables económicas siguen fomentando un caldo de cultivo negativo para el sector, como en ningún otro sexenio.
Ante este horizonte, la Amotac bloqueo a principios de la semana pasada la autopista México-Pachuca, el segundo de los bloqueos en busca de dejarse escuchar frente la inseguridad que cuesta cada vez más dinero a empresas y “hombres camión”, como se denomina a los pequeños permisionarios del Servicio Público Federal.
La alianza también tiene la exigencia hacia la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), de disminuir el costo del “reemplacamiento” para los vehículos de carga y turismo de modelo atrasado pues se encuentran rezagados.
El líder de la Asociación también consideró necesario estandarizar el precio por tipo de vehículo y por kilómetro por toda la red de cuota del país, así como poner un alto a los abusos de autoridad y extorsiones por parte de policías, y no al pago de los permisos municipales para entrar a las ciudades.
Rechazan Ley
El dirigente gremial advirtió también que otros factor que podría jugar en contra golpeado sector, es La Ley General de Movilidad, que se discute en la Cámara de Diputados.
Implica una sobrerregulación con un fuerte impacto económico que podría dejar fuera a los pequeños y medianos transportistas, advirtió Rafael Ortiz, quien rechazó tajantemente su aprobación.
Explicó que la normatividad propuesta obliga al pago de un impuesto para entrar a cargar y descargar en la Ciudad de México, por lo que si un camión de reparto entra a cinco diferentes ciudades, con esta ley, ese mismo, tendrá que pagar cinco permisos, cuyos costos no son baratos.
Además, cuenta con un apartado que los obliga a cambiar las unidades por nuevas, “es como pegarle un balazo a los transportistas pequeños y medianos”.
De aprobarse, no será más que un detonante para que los miembros de la Amotac tomen las carreteras nuevamente.
El pasado 22 de marzo la Amotac únicamente movilizó al 25% de sus agremiados, pero de no encontrar solución a sus demandas, el siguiente paso será cerrar las carreteras en las 30 entidades y ciudades principales donde tiene presencia, advirtió el dirigente.
Edna Herrera
