"En el mar hay corrientes oscuras y mortales que pueden hundirte"...
| Gabriel Rodríguez/opinión |
La frase parece retratar el momento que por estos días vive la Marina Mercante, que ha recibido un disparo directo a la línea de flotación en la conferencia "mañanera" de Andrés Manuel López Obrador.
No puede quedar inadvertido que el mandatario fijó su posición del lado de Semar, al respaldar la iniciativa de reforma a diversas leyes que tienen el objeto de retirar de la SCT el control de la Marina Mercante (MM) y de parte de los puertos.
Es una obviedad que el mensaje es para los diputados que encabeza Mario Delgado, coordinador de Morena en el Congreso de San Lázaro.
También es un hecho que el frente está abierto y ello lo confirma la publicación de la revista oficial Proceso, que en este número asegura que el cartel Jalisco nueva generación (cjng), controla el tráfico de drogas en al menos cuatro puertos.
La acusación está basada en un informe de Semar de Rafael Ojeda, en donde el reportero confunde el control de las aduanas con el de las instalaciones portuarias.
Más allá de los señalamientos falsos o verdaderos, es indispensable una reacción para defender la reputación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que encabeza Javier Jiménez Espriú y, de la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante (CGPMM) de Héctor López.
Y es que hasta el momento ni la SCT ni la CGPMM han salido a decir su verdad.
La realidad es que las Administraciones Portuarias Integrales (API), otorgan las concesiones de terminales y servicios, administran muelles, terrenos e instalaciones a nivel de su infraestructura como calles internas, alumbrado, resuelven diferencias entre concesionarios y cobran diversos servicios a los buques.
El tránsito de las mercancías lo controla la Aduana, tanto en entrada como a la salida de los puertos, es responsable de los Rayos X de la inspección previa de contenedores y camiones y es la autoridad que concede o prohíbe la salida, además de cobrar impuestos.
La seguridad siempre ha estado a cargo de Semar en los litorales y, dentro de los puertos con la Fiscalía General de República (FGR), Sagarpa, Migración, Secretaría de Salud, entre otras autoridades que tienen la responsabilidad de revisar la carga.
Es un hecho que Semar a través de la Unidad de Capitanías y Asuntos Marítimos (Unicapam), siempre ha estado totalmente a cargo de la seguridad, controla las capitanías, autoriza el ingreso y salida de los buques portacontenedores o de carga general, vigila en los litorales el ingreso a aguas nacionales y a las embarcaciones menores.
En cuanto a la educación Náutica, el enfoque cambió desde el inicio de la administración actual. Hoy se trabaja con parámetros internacionales que permiten la formación de marinos mercantes altamente competitivos y se aplican plenamente los planes de estudio.
La impartición del idioma inglés es una asignatura esencial para el conocimiento del comercio mundial y de las áreas administrativas de la industria marítima. En suma la educación está dirigida al ámbito comercial, la industria marítima y, las actividades de protección operativa de terminales o embarcaciones.
En cuanto a la Marina Mercante puede pensarse que sus actividades sobre el control de las embarcaciones tiene muchas áreas de oportunidad aún por resolver, dado que ya en un 80% están en Unicapam.
Quizá valdría la pena esclarecer el tema ante los diputados y frente a la opinión pública dada una campaña donde los puertos podrían resultar seriamente dañados en su reputación.
Son los puertos mexicanos los protagonistas de una de las más exitosas privatizaciones del mundo, actualmente generan importantes impuestos al erario, pagan regalías o altas contraprestaciones al estado y han impulsado la economía de muchos estados, dan empleo a miles de personas y se trata de empresas paraestatales sanas. Valdría la pena poner en claro esta visión.