CIUDAD DE MÉXICO.- La Autoridad del Canal de Panamá (ACP), ha confirmado la escases de agua en la vía interoceánica que une al océano Pacífico y Atlántico, por lo que desde 2019 han tomado medidas para economizar el suministro de agua al recortar la cuota de barcos que navegan diariamente, así como la reducción del calado de los buques.
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Durante el año pasado se registró una disminución del 20% de lluvias en comparación al promedio histórico, lo que representó el quinto año más seco en las últimas siete décadas, así lo expresó Carlos Vargas, VP de Agua y Ambiente del Canal de Panamá.
"Tuvimos un año extremadamente seco y esto nos llevó a implementar varias medidas para garantizar la conservación de los recursos hídricos", contextualizó al explicar que “otro de los factores en el descenso de los niveles se debió a una "mayor transpiración de los cuerpos de agua" que alimentan la vía acuática.
Por ello en el segundo mes de 2020, se decidió implementar una tarifa fija en la vía de acceso por el agua dulce que consuma el barco, que asciende hasta en 10 mil dólares (235 mil 417 pesos) dependiendo de las dimensiones de la embarcación, además de un cargo extra sobre el nivel del lago que lo abastece el día del cruce.
La ACP afirmó que a inicios de mayo la estrategia se encuentra arrojando resultados positivos, mientras el nivel de agua en el lago donde pasan las estructuras marítimas es óptima para el paso de buques con un calado superior a lo previsto.
En el caso de la temporada de lluvias, los meteorólogos panameños aún no se han puesto de acuerdo en lo que pueda provocar esta situación, dejando dos cuestiones para debatir, en caso de que las lluvias alivien el problema o que la sequía se prolongue por más tiempo.
Entre las tecnologías que se utilizaron para preservar el H2O en la línea interoceánica, figuran un sistema de esclusas a las que se les inyecta o se les extrae agua dulce que viene de un lago artificial llamado Gatún, el cual se creó precisamente como parte de la estrategia para sortear ese desnivel entre el terreno y el mar.
Para ello, fue necesario anegar pueblos y sepultar montañas para la construcción de la represa, que cubre una superficie de más de 430 km cuadrados y que, además, contribuye el abasto de agua potable de gran parte del país.
En este momento debido al paso de la epidemia que recorre varios puntos del planeta, las tarifas extraordinarias se seguirán cobrando, aumentando las ganancias por el uso del canal.
El año fiscal de 2019, el Canal registró un total de 450 millones de toneladas de tráfico de carga entre ambos océanos, mientras que los ingresos anuales se ubicaron en los 3.365 millones de dólares (79 mil 643 mdp), los más más altos desde 1914.