CIUDAD DE MÉXICO.- La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), dio a conocer una serie de medidas temporales basadas en bioseguridad con el fin de impulsar la reactivación multinacional de los vuelos de pasajeros, que deberá operar durante la crisis del COVID-19.
| Daniel P. Zurita |
Para ello fue diseñado por la industria el esquema de seguridad sanitaria: Biosecurity for Air Transport: A Roadmap for Restarting Aviation, lo que incluirá una declaración jurada de salud del viajero, entre otros controles sanitarios.
Dicha hoja de ruta se está distribuyendo a todos los gobiernos como parte de un compromiso de apoyo al grupo de trabajo para la recuperación de la aviación (CART, por sus siglas en inglés) de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), encargada de desarrollar los estándares globales necesarios para la reanudación segura de los viajes aéreos.
“No existe una única medida que pueda reducir por sí misma el riesgo y garantizar una reanudación segura de los vuelos; pero con un conjunto de medidas globales estratificadas y reconocidas mutuamente sí podemos conseguirlo”, aseguró Alexandre de Juniac, CEO y Director General de IATA.
Uno de los primeros puntos destacados es previo al vuelo, que consiste en la recopilación de datos de los pasajeros antes del viaje por parte de los gobiernos, incluida información sobre su estado de salud por canales seguros, como eVisa o el sistema electrónico para la autorización de viaje.
En el aeropuerto de origen: IATA propone dos niveles de protección, en el acceso a las terminales para empleados del aeropuerto, de las aerolíneas y viajeros (a excepción de los acompañantes de personas con discapacidad o menores) y, control de temperatura por personal calificado en los puntos de acceso.
Además, distanciamiento físico a lo largo de todos los procesos de atención al pasajero, incluida la gestión de filas; uso de mascarillas por pasajeros y empleados, de acuerdo a la normativa local; opciones de autoservicio para la facturación con el fin de reducir al máximo la confluencia de personas en los puntos de contacto y filas, como facturación online y autoembarque.
En un documento emitido por la IATA indica que el embarque eficiente se sumará como otra medida, mediante un nuevo diseño de las puertas de acceso, limpieza y desinfección de superficies de alto contacto en línea con la normativa local, y provisionamiento continuo de desinfectante de manos.
Durante el vuelo: Protectores faciales para todos los pasajeros y mascarillas para la tripulación; servicio de cabina simplificado y productos de cáterin preenvasados para reducir la interacción entre pasajeros y tripulación; medidas para evitar la confluencia de pasajeros a bordo, por ejemplo, la prohibición de hacer cola delante de los baños y limpieza más profunda y mejorada de la cabina.
El aeropuerto de destino: IATA propone varios niveles de protección: control de temperatura por personal calificado a requerimiento de las autoridades y un control automatizado de los controles de aduana a través de aplicaciones para el teléfono y tecnología biométrica (cuya eficacia ya ha sido demostrada por algunos gobiernos).
La agilización de los reclamos de equipaje para reducir filas y mantener la distancia social y, la declaración jurada de salud del viajero y seguimiento eficaz de contactos, medidas a tomar por los gobiernos para reducir el riesgo de importar cadenas de transmisión del virus.