CIUDAD DE MÉXICO.- La regulación en reducción de azufre en combustible en 0.5% emitida por la Organización Marítima Internacional (OMI) es un reto que está comprometido a cumplir Maersk, la naviera transportadora de contenedores más importante a nivel mundial.
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Peter Corfitsen, Jefe de Operaciones de Línea para Latinoamérica de Maersk, sostuvo que actualmente el transporte marítimo se ha consolidado más en los dos últimos años, que en los últimos 20; sin embargo, enfrenta presiones financieras sobre tarifas de flete y aumento de los costos de envío sostenible.
Si bien las tarifas de transporte fueron disminuyendo en el periodo 2012-2016, en 2017 se revirtieron por encima del costo del bunker.
Ahora con la regulación de la OMI, a partir del 1 de enero de 2020 los buques deberán emitir menos partículas de azufre, al pasar de 3.5% a 0.5%, lo que significará más de 15 billones de dólares de aumento en el costo para la industria de transporte de contenedores, y más de 2 billones de dólares de costos adicionales de combustible para Maersk, destacó Peter Corfitsen durante el evento TOC Americas organizado en Panamá.
Aunque el Jefe de Operaciones de Línea no duda en cumplir con la fecha estipulada por el organismo internacional, dentro de la misma línea naviera ya se anunció su objetivo de alcanzar la neutralización de carbono para 2050, lo que requerirá a su vez que los buques deben ser comercialmente viables en 2030 y una aceleración de las nuevas innovaciones y la adaptación de nuevas tecnologías.
En 2019, planean iniciar un diálogo abierto y colaborativo con todas las partes posibles para abordar juntos uno de los temas más importantes del mundo, el cambio climático.
Hasta ahora, las emisiones relativas de CO2 de Maersk se han reducido en un 46% (línea de base de 2007), aproximadamente 9% más que el promedio de la industria.