Edna Herrera

Ómicrón desaceleró el avance del operador de cruceros Royal Caribbean que, ante la rápida propagación de la nueva variante de Covid-19, anticipó un retraso de meses respecto al retorno de su rentabilidad, lo que representa un nuevo golpe para este sector que ha sido uno de los más afectados por la pandemia.

Esta predicción negativa repercutió en los resultados del 4T-2021 de Royal Caribbean y produjo una caída en sus acciones de 4% durante la primera semana de febrero, provocando un efecto dominó en las acciones de sus rivales Carnival y Norwegian Cruise, que también se vieron afectadas.

El aumento de casos de Ómicron obligó a los operadores de cruceros a cambiar sus itinerarios de viaje o incluso a cancelar, lo que detuvo una incipiente recuperación que comenzaba a mostrar el sector, ya que los barcos han pasado la mayor parte de la pandemia anclados en los puertos estadounidenses.

"El momento de Ómicron fue particularmente doloroso ya que es un periodo típico de reservaciones que comienza a principios de enero", dijo Jason Liberty, director ejecutivo de Royal Caribbean Cruises.

No obstante, existe un punto positivo, rescató Jason Liberty, ya que las reservaciones se recuperaron a fines de enero y las cancelaciones también disminuyeron.

“En el cuarto trimestre del 2021, Royal Caribbean reportó que los ingresos totales llegaron a 982.2 millones de dólares, por debajo de las estimaciones de los analistas de 1,040 millones”, informó Ivan Feinseth, director de Inversiones de Tigress Financial Partners.

En un sondeo realizado por Refinitiv, consultoría de análisis de riesgo de Estados Unidos, los analistas coincidieron en que el sector de cruceros tendría pérdidas económicas para el primer trimestre del año y un retorno a las ganancias en el segundo semestre del año.